¿Cuál es la situación actual de Grecia?
Grecia es uno de los países a los cuales más afectó la crisis financiera internacional que se desató a partir de 2008 y que aún hoy en día continúa mostrando sus secuelas. Para Grecia, el estallido de esta crisis significó el agravamiento de unas duras condiciones económicas que ya venían teniendo lugar desde hacía años.
Pero, ¿cómo llegó Grecia a un punto tan extremo en sus dificultades para hacer frente a los compromisos económicos asumidos frente a los organismos internacionales de crédito y al Banco Central Europeo? Y sobre todo, ¿qué significa en este contexto la expresión del pueblo griego a favor de una entrada en default de Grecia – que en la práctica ya sucedió – y una salida de la zona euro – que en la actualidad no parece ser inminente?
Esta situación, a mi modo de ver, debe entenderse como una falla política por parte de la Unión Europea, que sin embargo no invalida un supuesto que ha sobrevolado todas las negociaciones entre Grecia y el Banco Central Europeo desde el comienzo de la crisis: es muy claro que ninguno de los actores involucrados desean una salida de Grecia del euro.
Parece una obviedad si se considera desde el punto de vista de la Unión Europea, que ha hecho bandera de la evolución histórica de su proceso de integración. Sin embargo hay motivos para pensar que, aún con las expresiones más resonantes de rechazo por parte de la sociedad griega, el deseo de permanecer en el euro prevalece.
Como prueba de ello, hoy podemos ver que un gobierno definitivamente a la izquierda como el frente liderado por Syriza, terminó tomando una postura moderada –aún asumiendo el costo político de acordar con Europa para un tercer rescate, generando la salida del ala más radicalizada del frente y obligando a llamar a elecciones anticipadas.
Pero no es solamente a nivel gubernamental que debiera entenderse esta situación. El pueblo griego cuando reclama, lo hace más frente a sus gobernantes y a las malas decisiones políticas y económicas que vienen tomando históricamente, que frente al deseo de “caerse” de la unión económica y monetaria. Cuando se compara la situación de Grecia y Argentina, aquí podría estar el punto más fuerte de contacto